Los servicios que ofrecen las empresas son cada vez más audaces, la implementación de funcionalidades de compra y venta de productos, servicios, información o asesoramiento tiene un impacto global, por lo que se hace imprescindible detectar el alcance e impacto de nuestro sitio en un mercado internacional.
Si ya era una cuestión compleja el posicionamiento en buscadores en forma local, en el país de origen, el enrarecido sistema de redes sociales nos ha proyectado de forma inesperada hacia el acceso de mercados más amplios.
La pregunta que queda es cómo implementar estrategias de posicionamiento para un mercado internacional y si esto es verdaderamente necesario o compete a nuestro producto y el viable.
En principio los sistemas de cobros como PayPal, han revolucionado el movimiento de capitales, por lo que parece accesible vender casi cualquier cosa, con un poco de conocimiento para implementar un sistema de cobro.
Pero el verdadero foco de la cuestión es si nos interesa o no y en qué nos afecta más allá de la idea de que ganar dinero nunca parece inconveniente.
En la realidad de los hechos, a veces, querer abarcar más allá de lo necesario nos juega en contra.
Como ejemplo, propondré temas como la medicina, en la que si bien los médicos a menudo se vuelven famosos en el mundo entero y les viene bien una difusión internacional, por otra parte la implementación de una estrategia de posicionamiento de esa envergadura es notoriamente más costosa, lo que empieza a ser difícil de sobre llevar. Una campaña internacional tiene reglas que se amplifican según factores que no son fáciles de compatibilizar, empezando por el análisis de tendencias; no todos los países van por la misma vía de intereses.
Una campaña atractiva para países con diferentes idiosincrasias es complicado, pero se puede conseguir, luego está el tipo concreto de demanda concreta, necesidades e intereses intrínsecos, llevar un mensaje a diferentes culturas hace difícil enfocar una campaña.
Sin duda el factor fundamental para el posicionamiento web es la construcción de redes de información con un mensaje claro y en el lenguaje del país interesado, aunque muchos le confían la tarea de la traducción a los sistemas automatizados en la realidad de los hechos no es sólo el cambio del idioma, sino del enfoque.
Una campaña de construcción de vínculos hacia un sitio está enfocada en palabras clave, que no son al azar, se recaban con herramientas determinadas, encontrarlas cuesta su tiempo y el tiempo es más valioso que el dinero, de manera que multiplicar ese proceso significa multiplicar la generación de contenidos, en donde el idioma de publicación es un factor menor.
Otro factor es que Google se encuentra igual de especializado como tendremos que ser nosotros a la hora de apuntar sus algoritmos, según los países, pero Google cuenta con una envergadura y recursos incomparables, de manera que corremos detrás de él, ahora en forma global.
Una de las cuestiones que se nos presentan en la consultas en DataGestion es la situación al revés, los clientes piensan que tienen un producto que funcionaría en otros países, perfectamente, pero no saben cómo llegar a ese mercado.
La primera cuestión es si el impacto sería suficientemente importante como para emprender el proyecto, en muchos casos es una presunción, intuición o deseo.
Hay que saber que ese tipo de información se investiga, para colocarlo en el marco de una realidad.
Emprender proyectos basados en presunciones es el primer paso para una decepción que implica un tiempo importante que podría enfocarse de formas más productiva.
Entonces, acaso ¿es imposible el posicionamiento global? No lo es.
Es cuestión de comprender que las diferencias serán idiomáticas, de palabras clave, de tendencias, de medios; y saber que aunque muchos piensan que las redes sociales son las grandes amigas, en realidad son espejismos, el tiempo de administración en esos medios es superior a sus beneficios, además de no participar en la fórmula del posicionamiento Google, pues como ya se sabe el truco de “seguime”, “compartir”, se usan para manipular a los buscadores y por lo tanto quedaron fuera de las acciones interesantes para el posicionamiento.
Además que hay decenas de redes y creciendo, aunque la muchos sólo conocen las más notorias, Facebook, Twitter, Instagram, Youtube, Vimeo, 2urpi; sin embargo todas adolecen del mismo problema: se alimentan de un tiempo en participación muy superior a sus beneficios.
Todos los trucos se reducen entonces a uno mismo: contenidos en el idioma original, con investigación de tendencias para el diseño de palabras clave en el idioma original, del país en el que se quiere impactar.
Esto debe tener en cuenta que un mismo contenido, traducido no es “el mismo” contenido, Google lo considerará una copia no importando que esté en otro idioma.
Cuando se habla de contenido, sigue valiendo que sea único, original, bien escrito gramaticalmente, lo cual deshecha los traductores automáticos.
En definitiva, el posicionamiento, tanto lo local como internacional se sustenta en las mismas normas, pero en el idioma de cada país, lo que implica una carga horaria que se amplía en tantas veces como a países de diferentes idiomas queremos llegar.
En otras palabras, no es imposible, es más caro en recursos de generación de construcción del link calificado, lo que necesariamente requiere de un sistema de marketing de contenidos.