Basado en principios ópticos, entre las corrientes artísticas abstractas, las estructuras de repetición, como los fractales, la dimensión que sobrepasa la 3, propia de la derivación geométrica, y quizás la neutralización de planos o espacio, es uno de los atractivos hipnóticos del arte óptico.
Aparentemente impersonal y técnico, los artistas visuales apelan a interactuar con el espectador apelando al sentido del movimiento que se prefiguran en la construcción de formas puras, basadas en leyes físicas y espaciales.
El concepto de principios físicos únicos, parece contradictorio, ya que la física, con la ayuda de la matemática como herramienta intenta, precisamente prever sus resultados.
Sin embargo, el arte óptico, apela a la derivación hipnótica que generan figuras geométricas y el contraste con el color.
Las ilusiones perceptivas, más allá de las formas y la figuración es en el arte óptico un efecto que atrae, la vibración del color, la confusión que se puede generar con imágines geométricas es el foco de esta escuela.
M. C. Escher, es uno de los pintores que se clasifican en la escuela del arte exacto, que sin duda interviene con la lógica que presupone la geometría del espacio, la apariencia de planos y convexidades, el juego de imitación especulas, son algunas de las imágenes más conocidas.
El arte óptico, interactúa con un espectador que trata de acomodar a la prefiguración que el planteo propone, pero que a su vez neutraliza, planos que no los son, principios de la física que son sorteados, el efecto es de incomodidad y fascinación, una respuesta dinámica que es precisamente el efecto que se propone.
El Op Art, como lo definen algunos utiliza estructuras de repetición, la composición es un escenario armado para el ojo humano, impacta en la biología humana que pretende racionalizar la imagen, y se fascina por el fracaso del intento.
Otra de las características es la sensación de movimiento que produce, lo que ofrece una experiencia de interacción con el espectador.
Color, luces sombras y figuras geométricas son la sustancia básica, combinación de formas y cromos conforman una propuesta de efectos visuales que conmueve el mundo de la lógica del espectador.
El arte óptico, como corriente del arte abstracto surgió como una forma de ilusión óptica, sin ser considerado arte, sino juego, sin embargo, de la mano de artistas importantes, se difundió y aceptó por el público a la altura de las grandes obras del clasicismo romántico.
El observador participa de la experiencia, con su biología, el ojo tratará de acomodar lo que ve a lo real, el impacto que surja de ese fracaso depende la emotividad del observador en disfrutar de la experiencia.
Uno de los derivados del arte óptico, el arte cinético y el arte lumínico, introducen el movimiento real, y el la luz como pigmento; el desarrollo de este tipo de arte nace como parte de la publicidad de productos, sobrepasa esas expectativas hasta llevar al propio proceso de producción publicitaria la palabra arte como inclusión.
A su vez, como el arte óptico parte de principios geométricos, físicos, matemáticos, pierde la característica de unicidad, se puede replicar, repetir, la serialidad pasa a ser uno de los factores por lo que se lo consideraba arte menor, ya que el poder reproducirlo hacía pensar que lo fácil no es inherente al arte, sin embargo, el arte óptico supera esos conceptos y resurge cada vez, con nuevas y mejores obras, que son difundidas y apreciadas por un público creciente, desde su origen, el 1958.