Pensamos muy a menudo acerca de la influencia de las NTICs, es decir, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en campos como el marketing, las asesorías fiscales, el mundo editorial o cualquier tipo de comercio general o especializado. Pero ¿hasta qué punto tenemos en cuenta que estas modernas tecnologías también han influido de manera notable y eficaz en el sector primario? Por ejemplo, en la agricultura, una técnica de plantación de frutas, verduras y hortalizas tan antigua como la vida misma y ahora, sin embargo, adaptada a la modernidad del universo digital. Así, ha terminado por hacer acto de presencia el cuaderno de campo digital, literalmente una aplicación informatizada e intuitiva ideada para que agricultores grandes y pequeños, así como cualquier tipo de organización profesional o cooperativa agraria, controlen con absoluta precisión el terreno trabajado.
Pero, a nivel general, ¿cuáles son las ventajas del cuaderno de campo agrícola? Hemos dicho que se trata de una aplicación y, como tal, hablamos de un software escalable, es decir, adaptable a cualquier tipo de dispositivo electrónico. Tanto si necesitamos controlar las cuestiones relativas a nuestros cultivos en persona a través de un teléfono móvil o una tablet, como si queremos llevar a cabo dicho control desde una base de operaciones estática, como un ordenador de sobremesa en nuestra oficina, el cuaderno nos permite adaptarnos a cada situación sin problema alguno. Si a ello le sumamos mapas sobre terreno personalizables a través de numerosas variables, así como el registro e importación de parcelas desde hojas de cálculos y su incidencia directa en dicha herramienta gráfica, lo cierto es que cualquier agricultor tiene con el cuaderno en cuestión un auténtico tesoro digital para realizar sus labores diarias.
La app del cuaderno de campo es, por tanto, el programa definitivo de automatización de procesos en el ámbito de la agricultura, por lo demás tan físico y eminentemente práctico como siempre lo ha sido. La diferencia es que, gracias a las ayudas específicas de geolocalización, usos fitosanitarios o multi-explotación, la compleja labor de preparar un terreno para la agricultura se vuelve incluso más fácil y eficiente.
