Modelo de inversión protegido, fideicomiso inmobiliario
Como toda operatoria que tiene que ver con la adquisición de una vivienda, cuenta con aspectos que son necesarios tener en cuenta.
El modelo de fideicomiso, es una herramienta jurídica que intenta proteger la inversión.
Es un instrumento que protege lo aportado sin que sea embargable por cauda de quiebras u otros imprevistos.
De este modo, lo que se aporta al fideicomiso está protegido.
Para organizar una operación inmobiliaria bajo este modelo, hay particularidades en la administración que aseguran la inversión.
El modelo de fideicomiso no es un negocio en sí, sino una modalidad para plantear una inversión.
Si se desea ingresar en un proyecto que utiliza este modelo, hay que comprender los aspectos del negocio, más allá de la protección que se tenga por estar bajo este modelo.
Lo usual es que los fideicomisos inmobiliarios es que una empresa constructora se ocupe de la construcción inmobiliaria, sin embargo, ante la coyuntura actual, algunas inmobiliarias, ocuparon el espacio de la constructora, proponiendo el desarrollo constructivo, como es el caso de la inmobiliaria Mazzei, lo que facilita los convenios de adquisición, porque la empresa con la que realiza el convenio de compra es directamente la responsable del inmueble.
Esto afecta al costo de la propiedad.
Entre otros costos, el precio depende de la localización urbana del emprendimiento, hay barrios que son más caros que otros, y ese valor depende de aspectos de catastro, de transporte, entretenimiento, educación y comercio del espacio donde se construye.
Suele pactarse un porcentaje del costo para ingresar en el negocio, usualmente es el 30%, con lo que se firma una adhesión al que se le asocia un plan te cuotas y un plazo para cumplirlas. Este plazo en cuotas suele estar relacionado al plazo de construcción de la obra.
También suele convenirse un ajuste, que puede ser mensual o cada tantos meses, que tiene en cuenta la inflación.
En este modelo, se puede acomodar la forma de pago a las posibilidades del cliente, se acomoda la cantidad de cuotas, que puede no ser mensual, sino por trimestre y hasta semestral.
Teniendo en cuenta que es un modelo de inversión que se realiza antes de comenzar la construcción, hay que estar bien asesorado sobre el terreno de la localización, y sobre los cambios ambientales que producirá el nuevo edificio.
También hay que tener en cuenta que cuando el fideicomiso ya cuenta con el monto necesario para el comienzo de la construcción y hay certeza de comienzo de obra, el Costo para ingresar aumenta.
Para algunos, esta última es la inversión ideal, no se corre el riesgo que la obra no comience, para otros, el menor costo es mejor ventaja, si se tiene en cuenta otros factores de selección del fideicomiso, como por ejemplo, el prestigio de la empresa que lo llevará a cabo, el estado de propiedad del terreno, si es de un fiduciario o de la empresa desarrolladora, dónde este último caso hace más segura la inversión.
Que los planos de construcción, estén conforme a obras, lo que quiere decir que no trasgreda normas urbanas en el espacio de localización.
En cualquier caso, teniendo en cuenta los recaudos, siempre es necesario contar con el asesoramiento de un agente inmobiliario, que le dé información sobre lo que puede pasar en cualquiera de las contingencias que pueden suceder para que una obra no se inicie.
Lo mejor, es elegir la empresa con la cual va a invertir, con tradición, con varios emprendimientos, con planos y recursos, tal como se presenta la inmobiliaria Sebastian Cantero, una empresa con diversos desarrollos bajo el modelo de Fideicomiso, del cual su obra más próxima a comenzar es el edificio Tango Work and Live, que estará ubicado en pleno Barrio de Congreso, en Rivadavia al 1900, pero cuenta con otros emprendimientos.
