Un rosario de abalorios cristalinos
desatornilló un quinteto de pétalos,
la nuez se mostró en rajado pentágono
para que el gineceo deslumbrara,
la mañana se hizo infinita y amable
con un aroma de imagen en la pupila
encadenada al fuego de su belleza.
© Alfredo Cedeño
http://textosyfotos.blogspot.com