Cuando conseguimos un trabajo de oficina, nuestra mesa de trabajo, o mejor aún nuestro despacho si tenemos la suerte de disponer de uno, nos llena de una satisfactoria sensación de novedad
Algo salió mal durante el proceso de coloración y ahora, en lugar de una sedosa melena plateada, tu cabello parece más bien paja amarillenta y seca con aparentemente ninguna salvación