En este breve artículo se muestra un ejemplo de por qué las encuestas no son serias.En este breve artículo se muestra un ejemplo de por qué las encuestas no son serias.
Cuando conseguimos un trabajo de oficina, nuestra mesa de trabajo, o mejor aún nuestro despacho si tenemos la suerte de disponer de uno, nos llena de una satisfactoria sensación de novedad