Con tantas ofertas para promover productos, empresas o servicios no es sencillo encontrar un camino claro, pero los viejos métodos comparativos, siguen siendo los mejores a la hora de validar métodos.
Pero la comparación exige que haya al menos una contrastación de dos métodos.
La mayoría de las empresas, suma acciones, ante la perspectiva poco comprobable de comparación, por una parte porque los medios son diferentes, por otra porque las inversiones son diferentes también.
En la mayoría la necesidad de introducir el recurso humano introduce una operación que depende de la elección de personal y es en ese momento en que las verdaderas diferencias ofrecen métodos de comparación.
Lo que se traduce como valor socialmedia, que es la capacidad de una persona de concitar atención con algún método novedoso, ha iniciado la carrera de las personalidades socialmedia.
Un proyecto, de repente, explota los límites impuestos o no, al enamorarse de un proyecto, su creador tiene pocos elementos para predecir el comportamiento que el proyecto despertará, por lo que se contrapone a la idea de la experiencia, en la que ya hay métodos probados y un camino más o menos claro a seguir.
La originalidad parece mejor prensa, pero es el bien más escaso, y sobre todo el más impreciso, por eso son sorprendentes. De repente, por ejemplo, un video comienza a tener una aceptación y propagación inusuales, y se abre espacio por sí mismo.
Cómo calcular algo tan inesperado. Si algo como esto disparara el volumen de ventas de determinado producto, el problema se convierte en que lo inesperado choca contra la falta de plan previo, no hay cómo atender el volumen, y suele perderse la oportunidad de colectar los datos necesarios para aprovechas la experiencia.
Internet privilegia el volumen de ventas por sobre la velocidad pero qué se dará primero es un imponderable que no siempre sale bien.
El mayor problema que se enfrenta a la hora de plantear un proyecto de visibilidad de una empresa con sus productos es determinar el valor que cuesta el valor de esa visibilidad. El costo a veces no es el costo del producto, sino el de su movilidad en la Internet, las nociones de costo se basan en dos situaciones opuestas entre sí, la idea que tiene el cliente de lo fácil o difícil que sería colocar su producto, o de lo popular que resulta en el mundo real, y de la realidad del mundo virtual, paradójicamente.
En la internet, las reglas son otras, de lo masivo hay que llegar a lo particular, distinguirse, ser único y que se note, entre tantos otros que están detrás del mismo concepto.
Tomar decisiones de visibilizar una empresa en internet, es uno de los problemas de las empresas en la actualidad, mayormente en el mundo real, esa situación se resolvía con el departamento de marketing, en la actualidad tal cosa no es viable, ya que la visibilidad de empresas es un conjunto de estrategias que dependen de diseñadores, programadores, webmaster, expertos en socialmendia y otra particularidades que ofrece la Internet.
El primer engaño de la Internet es fingir que lo fácil es accesible. Todo tiene un costo, y el costo mayor es el uso del tiempo en la necesidad de probar varios caminos para estar en condiciones de lo que se planteó al comienzo, la comparación.