La cultura aborigen canaria es tan rica como olvidada. Así pues, a la hora de enseñar a los pequeños y jóvenes-adultos las raíces de su literatura, del arte o de la cultura siempre se tiende a mirar al exterior del Archipiélago Canario, sin pararse a mirar la Historia de Canarias y la cantidad de referencias artísticas que hay entre sus páginas. ¿Por qué no pedir unos minicréditos rápidos y descubrir de primera mano aquello que parece olvidado?:
Estatuas de los perros de Santa Ana: estas ochos esculturas, a pesar de ser zoomorfas (con forma de animales), podrían considerarse un claro testimonio de las culturas aborígenes, cuando aún la conquista por parte de los castellanos no se había producido.
Así pues, hay que dirigirse a la obra de Victor Doreste, Faycán: memorias de un perro vagabundo, donde un grupo de perros, liderado por uno llamado Faycán, deciden enfrentarse a los hombres que quieren someterlos poniéndoles correas y collares. Sin embargo, en lugar morir se convierten en piedra verde antes de ser heridos con los palos y cuchillos.
De ahí nace parte de la leyenda de los perros que se sitúan frente a la Catedral de Santa Ana y se aprecia claramente que puede ser una comparativa o analogía de la conquista de Canarias y estos perros representarían a la cultura aborigen.
Monumento Atis Tirma: situado en la parte exterior del Parque Doramas en el municipio de Las Palmas encontramos un monumento con un claro tinte histórico, pues podemos encontrar una escultura de sendas magnitudes en la que se representan a distintos hombres aborígenes cayendo al vacío desde un cima.
Este suceso acaeció cuando Tasarte, un valeroso aborigen, decidió precipitarse al mar desde los acantilados para mostrar su repulsa a la conquista y querer mantener su pureza como canario. Pero antes de morir se pudo oír al saltar un grito ensordecedor proveniente del mismo: “Atis Tirma”.
Estatua de El Faycán de Telde: prevaleciendo sobre una fuente de base piramidal unida a otras fuentes que simbolizarían las siete Islas Canarias se encuentra una gran escultura del faycán, una suerte de sacerdote que asistía a las ceremonias y ritos de zonas de la isla conocidas como “guanartematos” (el equivalente de “reino”).
Esta escultura es muy representativa desde el punto de vista postural, ya que se encuentra de pie con una vara y con la cabeza ladeada, mirando así a las tierras que pertenecerían al Guanartemato de Telde, las cuales se cuenta que abarcaban la mitad de la isla, frente a la otra mitad que correspondía al Guanartemato de Gáldar.
Con solo unos pocos ejemplos se puede demostrar que Canarias es una fuente de cultura inagotable ¿A qué esperas para venir a descubrirlas?